domingo, diciembre 31, 2006

Para Recordar Siempre…


Siempre es preciso saber cuándo se acaba una etapa de la vida. Si insistes en permanecer en ella más allá del tiempo necesario, pierdes la alegría y el sentido del resto. Cerrando círculos, o cerrando puertas, o cerrando capítulos, como quieras llamarlo. Lo importante es poder cerrarlos, y dejar ir momentos de la vida que se van clausurando.

¿Terminó tu trabajo?, ¿Se acabó tu relación?, ¿Ya no vives más en esa casa?, ¿Debes irte de viaje?, ¿La relación se acabó? Puedes pasarte mucho tiempo de tu presente "revolcándote" en los porqués, en devolver el cassette y tratar de entender por qué sucedió tal o cual hecho. El desgaste ya a ser infinito, porque en la vida, tú, yo, tu amigo, tus hijos, tus hermanos, todos y todas estamos encaminados hacia ir cerrando capítulos, ir dando vuelta a la hoja, a terminar con etapas, o con momentos de la vida y seguir adelante.

No podemos estar en el presente añorando el pasado. Ni siquiera preguntándonos porqué. Lo que sucedió, sucedió, y hay que soltarlo, hay que desprenderse. No podemos ser niños eternos, ni adolescentes tardíos, ni empleados de empresas inexistentes, ni tener vínculos con quien no quiere estar vinculado a nosotros. ¡Los hechos pasan y hay que dejarlos ir!
Por eso, a veces es tan importante destruir recuerdos, regalar presentes, cambiar de casa, romper papeles, tirar documentos, y vender o regalar libros.

Los cambios externos pueden simbolizar procesos interiores de superación.

Dejar ir, soltar, desprenderse. En la vida nadie juega con las cartas marcadas, y hay que aprender a perder y a ganar. Hay que dejar ir, hay que dar vuelta a la hoja, hay que vivir sólo lo que tenemos en el presente...

El pasado ya pasó. No esperes que te lo devuelvan, no esperes que te reconozcan, no esperes que alguna vez se den cuenta de quién eres tú...

Suelta el resentimiento. El prender "tu televisor personal" para darle y darle al asunto, lo único que consigue es dañarte lentalmente, envenenarte y amargarte.

La vida está para adelante, nunca para atrás. Si andas por la vida dejando "puertas abiertas", por si acaso, nunca podrás desprenderte ni vivir lo de hoy con satisfacción. ¿Noviazgos o amistades que no clausuran?, ¿Posibilidades de regresar? (¿a qué?), ¿Necesidad de aclaraciones?, ¿Palabras que no se dijeron?, ¿Silencios que lo invadieron? Si puedes enfrentarlos ya y ahora, hazlo, si no, déjalos ir, cierra capítulos. Dite a ti mismo que no, que no vuelven. Pero no por orgullo ni soberbia, sino, porque tú ya no encajas allí en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en esa oficina, en ese oficio.

Tú ya no eres el mismo que fuiste hace dos días, hace tres meses, hace un año. Por lo tanto, no hay nada a qué volver. Cierra la puerta, da vuelta a la hoja, cierra el círculo. Ni tú serás el mismo, ni el entorno al que regresas será igual, porque en la vida nada se queda quieto, nada es estático. Es salud mental, amor por ti mismo, desprender lo que ya no está en tu vida.

Recuerda que nada ni nadie es indispensable. Ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo. Nada es vital para vivir porque cuando tú viniste a este mundo, llegaste sin ese adhesivo. Por lo tanto, es costumbre vivir pegado a él, y es un trabajo personal aprender a vivir sin él, sin el adhesivo humano o físico que hoy te duele dejar ir.

Es un proceso de aprender a desprenderse y, humanamente se puede lograr, porque te repito: nada ni nadie nos es indispensable. Sólo es costumbre, apego, necesidad. Pero cierra, clausura, limpia, tira, oxigena, despréndete, sacúdete, suéltate.

Hay muchas palabras para significar salud mental y cualquiera que sea la que escojas, te ayudará definitivamente a seguir para adelante con tranquilidad. ¡Esa es la vida!

Por: Paulo Coelho - Novelista Brasilero

Follow the yellow brick road to the felicity.....

pd: Gracias Carolina por este bonito regalo



La he posteado 1.000 veces, pero 1.000 veces mil me digo que la vida es bella, sin importar lo que ocurra a nuestro alrededor.

ojala en estos momentoas al menos 1.000 niños desamparados sintieran la belleza que el destino se nego a darles.

sábado, diciembre 23, 2006

la polarización de la gente


Mientras compartía una velada llena de silencio, cuentos, risas, lágrimas y llantos con tres perfectos extraños, pensé sobre las cosas que solemos pensar a veces, llevándonos de un extremo a otro.

Fué una velada, donde compartí con mucho entusiasmo y cariño la energía positiva que puede dejar un momento donde la caridad, se convierte en bondad terminando en fraternidad; eran tres niños de muy, pero muy bajos recursos económicos y afectivos, cuyas edades no pasan de los 12 años, niños los cuales apadriné tiempo atras con los que ahora comparto lazos de hermandad.

Enseñanzas fueron las que recogí al final del día, donde una de las reflexivas fue la de reafirmar que no todo en la vida es blanco o negro, bueno o malo, bonito o feo, sutil o áspero, rico o pobre; etc.

Mientras nos debatimos entre un extremo u otro extremo, podemos correr el riesgo de olvidar que las escalas intermedias son mucho mas amplias y abarcan mas camino para sentir, decir y ver.

La felicidad no radica en estar ocupando un extremo u otro extremo, esta generalmente yace en el trayecto que hay entre uno y otro lado.

Para mi... Ser extremista, no ofrece buena perspectiva del reflejo que uno debe emanar.

Los extremos son objetos de división la cuales redundan fuertemente en la debilidad, que da una falsa sensación de alegria o tristeza; donde día a día, cada vez noto más la polarización de la gente.

jueves, diciembre 14, 2006

y aprendí...


En este año que se termina.
  • Aprendí una vez que no todo lo que queremos en la vida se nos brinda con facilidad.
  • Aprendí que solamente con mucha constancia y dedicación podemos llega a consolidad nuestro sueños mas anhelados.
  • Aprendí que una vida sin malas experiencias es solamente una pasaje sin aprendizaje.
  • Aprendí que de los peores momentos vividos, apreciamos los mejores por vivir.
  • Aprendí que a pesar de la falta de aquella persona, momento o situación de alegría, la vida debe continuar.
  • Aprendí que el autoestima sin caer en vanidad es el mejor legado que sin duda podemos dejar a nuestros hijos.
  • Aprendí que los más noble de la vida es tener el amor y el respeto de los hijos y la admiración y el orgullo de los padres.
  • Aprendí que lo más importante es atesorar en vez de coleccionar.
  • Aprendí que la invariabilidad de espíritu y comportamiento es digna de las personas más ecuánimes.
  • Aprendí que al dar la pelea solamente se gana, cuando esta no se da, clamar por ideal es buscarlo con inteligencia y perseverancia.
  • Aprendí que el mejor éxito solo se logra con el trabajo.
  • Aprendí que la salud es fuerte aliada en nuestro camino, pero si esta nos abandona, el camino sigue y nosotros en el.
  • Aprendí a no ser rencoroso, se disfruta mas de la vida si se esta en paz y en armonía.
  • Aprendí que para lograr la paz, solo falta que una de las partes de, el primer paso, (yo siempre tomo la delantera).
  • Aprendí a descubrir el lenguaje de los niños que sin mezquindad ni ideologías, lo primero que buscan es a un igual para jugar y compartir.
  • Aprendí que la amistad florece rápidamente, vive eternamente y muere a la misma velocidad en que nace.
  • Aprendió sobre todo que lo vivido, vivido quedó y en mi memoria se inmortalizo, esperando siempre el mañana, viviendo y sonriendo.
  • Aprendí que la alegría de un ser querido, también me causa alegría.
A 10 Días para la navidad, dejo un mensaje de paz alegría y prosperidad, para todas, absolutamente todas aquellas personas que de una u otra forma formaron y forman parte de mi día a día, compartiendo y viviendo anécdotas dignas de recordar, las cuales sin duda ayudan a enriquecer alumbrando nuestro camino.

Vaya para ustedes mis mejores deseos donde espero de verdad ver sus anhelos, aspiraciones y metas cumplidas en pro del bienestar y la merecida prosperidad que abunde en el seno de sus familias.