una humilde invitación

Mi vida esta llena de momentos; y en cada uno de ellos como en un gigantesco cultivo, recojo las cosechas saboreando los frutos uno de manera independiente.

Aquellos que alguna vez me han conocido, quizás dirán que es posible esto que he dicho.

Pero en realidad, dentro de las cosas que me suceden, y dentro de cada uno los momentos que suelo vivir, siempre trato de disfrutar al máximo cada instante en lo posible, brindando alegrías, animando con entusiasmo, aconsejando cuando puedo, siempre pensando que algo bueno me puede suceder en cualquier momento. Brindo una sonrisa, y muchas lo hago aunque mi corazón llore y se sienta contradictorio con mi ánimo.

Cada momento vivido es un motivo único para dar gracias a dios por el mismo.

• Porque podemos escuchar el viento, el cantar de los pájaros, la risa de los niños, aquella canción de entonces, que tantos recuerdos nos trae a la mente.
  

• Porque podemos ver el arco iris, el azul del cielo, la sonrisa de un niño, el rojo intenso de una rosa, los ojos apasionados de aquella persona que tanto amamos.
  

• Porque podemos oler el sutil aroma de un café matutino, el aroma de la tierra mojada, de la grama cortada, la mujer recién bañada, porque recordamos el sutil perfume de aquel amor que tanto nos hace suspirar.
  

• Porque podemos saborear un rico te aromatizado, el dulce sabor de un espectacular chocolate, el sabor de la menta que tanto nos adorna el paladar, el delicado sabor insustituible, emanado de los labios de aquella persona que tanto nos gusta.
  

• Porque podemos tocar y acariciar la sutil cabellera de un niño, la textura aterciopelada del traje usado durante aquel evento importante que tantos suspiros nos trajo, porque podemos tocar las suaves texturas innatas que solo conocemos en la intimidad de nuestro ser, con aquella persona tan especial.
  

"El valor de las cosas no está en el tiempo que duran, sino en la intensidad con que suceden. Por eso existen momentos inolvidables, cosas inexplicables y personas incomparables."

Te hago una invitación. Si, una invitación humilde, sencilla y sincera, la cual consiste en tratar de disfrutar todo cuanto te rodea, y tienes en torno a ti. Vive cada momento en manera singular y especial.

No eches de menos lo no tienes, porque muchas veces dejamos de disfrutar lo que tenemos, pensando en aquello que no tenemos.

Yo doy gracias a dios porque sucedió, aunque también como humano que soy, siempre tengo tendencia a lamentarme por aquello que terminó.