cuidala mucho

La legitimidad es un carácter de autenticidad regido por aquellos valores extraídos de la cuna a muy temprana edad, No es un título, no es un documento, mucho menos una posición escalada en la sociedad, es como un patrón uniforme que nos distingue en el entorno donde nos movemos.

El respeto y el amor propio, sin duda hacen que esta legitimidad, nos haga personas únicas y de valor autóctono.

Si llegásemos a perder esta legitimidad, sin duda es a consecuencia de una falla ocasiones en forma voluntaria y así se manifiesta, dependiendo de cuan firmes sean nuestros principios, valores éticos y familiares.

Si queremos preservar monolíticamente en el tiempo aquello que tanto amamos y queremos; yo considero que, deberíamos primero que nada cuidar nuestra forma de pensar, hablar y proceder a fin de no Perder la legitimidad ante las personas que nos rinden culto al amor.

Tal como la confianza; una vez que se pierde la legitimidad, se pierde el respeto, el amor propio y la dignidad. Por tanto es irrecuperable, y por más que pidas perdón en tu vida, es difícil que puedas recuperar tu puesto en aquel pedestal que antes ostentabas, sobre ti se cerniría un velo oscuro el cual el cual sería observado únicamente desde el espejo en que te miras.

Quiérete un poco, cuídala mucho; tu legitimidad es un regalo de dios.

relaciones entremezcladas

Sin duda a veces es muy difícil dar con ellas,

Pero cuales cordeles entrelazados en sus distintas agujas, las relaciones interpersonales, se pueden juntar, compartir, entremezclar, cruzar, combinar e intercambiar.

Pero nunca se deben enredar entre si o tensar al extremo de que se lleguen a romper.

La agujas tal como las relaciones, son una herramienta magnifica, pero si no sabemos hacer uso de ellas, seguramente pueden ocasionar mucho daño.

Si las agujas caen en la paja, se pierden al extremo que se vuelven inalcanzables.